martes, 30 de junio de 2009

El periodismo es una profesión curiosa


El periodismo es una profesión curiosa, que puede dar como resultado una diversidad de sujetos, no es como la medicina, donde el perfil es bien similar, o los abogados, todos formalitos con sus códigos y libros a cuesta. En el periodismo la fauna da para todo, y algunos ni para fauna les da, pues más bien actúan como flora por su inmóvil aporte a la sociedad.

Por esta razón responder a la famosilla pregunta que me hacen siempre ¿cuál es tu campo laboral?, tiene tantas respuestas como periodistas hay en este país.

Y de la misma forma en que me preguntan eso, me cuestiono ¿qué cresta es el periodismo?, a la respuesta de esta pregunta creo que debo utilizar la misma estrategia de la pregunta anterior y sumarle el pensamiento de todos los estudiantes de la carrera.

Estás interrogantes me hacen eco cuando pienso en la farándula, o de lo que en un tiempo fue espectáculo.

No es que quiera defenderla, pero cabe hacer esta reflexión.

Hace no más de 15 años periodistas como Yolanda Montecinos e Ítalo Pasalacua daban cátedra de espectáculos y eran emblemas de las páginas de rosas, donde hablaban de las tablas, la opera, el valet, groso de esta sección, y de ellos hoy simplemente no quedó nada, ni un resabio de su especialidad.

Pasalacua mutó a la farándula, género que se instauró de lleno con la aparición del reformado LUN y el programa SQP.

Las columnas de opinión en espectáculo sin duda han cambiado, hoy los temas centrales están por la vereda del cahuin, más que por una expresión propia del arte, lo cual no quiere decir que sea malo, aunque para varios sectores de la sociedad, y principalmente del periodismo auto-denominado de elite, es una falta a la ética y la responsabilidad profesional, según mi opinión, no es más que una mutación más de un ejercicio que necesita siempre de vientos frescos para mantenerse a flote.

No creo que me dedique a ese periodismo, claramente tengo otros gustos profesionales un poco menos dedicados a la vida personal de terceros, pero no creo que le haga tanto mal a este mundillo de las letras.