No hablar de la muerte de Michael Jackson es extraerse del que será el acontecimiento más importante del año. Lamentable por lo demás.
Como mencionó un periódico por ahí, “se fue el pop sin despedirse”. Para alguno puede que no sea tan raro esto que le pasó a Michael, pero creo, sin duda, que la mayoría no se lo esperaba.
Y es que me cuesta un poco escribir de esto, no sé por qué razón, nunca fui un real fanático; o compré unos des sus discos; o baje su música para escucharla en mi pc; o hice cualquiera de las cosas que cualquier persona con un mediano gusto por un artista haría. Y aún así sentí su partida.
¿Será por que se murió el rey? Tanto así caló hondo la denominación de realeza que inconcientemente reaccionan esos resabios plebeyos hacia la doctrina real. No creo .
Es simplemente la perdida, no de la persona propiamente tal, sino del artista. Perdimos la posibilidad de escuchar esos temas nuevamente en vivo, y lo peor. Se perdió para siempre la posibilidad de nuevas creaciones. Si con 50 años le quedaba mucho por entregar. Para la música esto no es justo.
Siento que murió una época, que se va parte de la música con él, creo que esta semana he escuchado más que en toda mi vida su música, tanto así que en la U la mayoría la pone en sus notebook, o anda con ella en sus Ipod. En Facebook no hay día en que no se publique un video de él, y ni hablar de youtube, que en un momento todos los videos más vistos del día era de Michael.
Se tejerán muchas historias más sobre su personalidad, sobre lo que hizo o no hizo, pero no me preocupo de eso, yo conocí al Michael Interprete y compositor, y con ese me quedo.
Nunca olvidaré la vez que baile para un aniversario en el colegio triller, y al año siguiente smooth criminal, tampoco la ves que en el coro cantamos We Are The World.
Por todo esto, y aunque no sea su más grande fans, hasta siempre Michael, y gracias por todo lo que hiciste por la música, que di empezara a escribir sobre eso, da para mucho más que unas simples palabras
miércoles, 1 de julio de 2009
“se fue el pop sin despedirse”
martes, 30 de junio de 2009
El periodismo es una profesión curiosa

El periodismo es una profesión curiosa, que puede dar como resultado una diversidad de sujetos, no es como la medicina, donde el perfil es bien similar, o los abogados, todos formalitos con sus códigos y libros a cuesta. En el periodismo la fauna da para todo, y algunos ni para fauna les da, pues más bien actúan como flora por su inmóvil aporte a la sociedad.
Por esta razón responder a la famosilla pregunta que me hacen siempre ¿cuál es tu campo laboral?, tiene tantas respuestas como periodistas hay en este país.
Y de la misma forma en que me preguntan eso, me cuestiono ¿qué cresta es el periodismo?, a la respuesta de esta pregunta creo que debo utilizar la misma estrategia de la pregunta anterior y sumarle el pensamiento de todos los estudiantes de la carrera.
Estás interrogantes me hacen eco cuando pienso en la farándula, o de lo que en un tiempo fue espectáculo.
No es que quiera defenderla, pero cabe hacer esta reflexión.
Hace no más de 15 años periodistas como Yolanda Montecinos e Ítalo Pasalacua daban cátedra de espectáculos y eran emblemas de las páginas de rosas, donde hablaban de las tablas, la opera, el valet, groso de esta sección, y de ellos hoy simplemente no quedó nada, ni un resabio de su especialidad.
Pasalacua mutó a la farándula, género que se instauró de lleno con la aparición del reformado LUN y el programa SQP.
Las columnas de opinión en espectáculo sin duda han cambiado, hoy los temas centrales están por la vereda del cahuin, más que por una expresión propia del arte, lo cual no quiere decir que sea malo, aunque para varios sectores de la sociedad, y principalmente del periodismo auto-denominado de elite, es una falta a la ética y la responsabilidad profesional, según mi opinión, no es más que una mutación más de un ejercicio que necesita siempre de vientos frescos para mantenerse a flote.
No creo que me dedique a ese periodismo, claramente tengo otros gustos profesionales un poco menos dedicados a la vida personal de terceros, pero no creo que le haga tanto mal a este mundillo de las letras.
Por esta razón responder a la famosilla pregunta que me hacen siempre ¿cuál es tu campo laboral?, tiene tantas respuestas como periodistas hay en este país.
Y de la misma forma en que me preguntan eso, me cuestiono ¿qué cresta es el periodismo?, a la respuesta de esta pregunta creo que debo utilizar la misma estrategia de la pregunta anterior y sumarle el pensamiento de todos los estudiantes de la carrera.
Estás interrogantes me hacen eco cuando pienso en la farándula, o de lo que en un tiempo fue espectáculo.
No es que quiera defenderla, pero cabe hacer esta reflexión.
Hace no más de 15 años periodistas como Yolanda Montecinos e Ítalo Pasalacua daban cátedra de espectáculos y eran emblemas de las páginas de rosas, donde hablaban de las tablas, la opera, el valet, groso de esta sección, y de ellos hoy simplemente no quedó nada, ni un resabio de su especialidad.
Pasalacua mutó a la farándula, género que se instauró de lleno con la aparición del reformado LUN y el programa SQP.
Las columnas de opinión en espectáculo sin duda han cambiado, hoy los temas centrales están por la vereda del cahuin, más que por una expresión propia del arte, lo cual no quiere decir que sea malo, aunque para varios sectores de la sociedad, y principalmente del periodismo auto-denominado de elite, es una falta a la ética y la responsabilidad profesional, según mi opinión, no es más que una mutación más de un ejercicio que necesita siempre de vientos frescos para mantenerse a flote.
No creo que me dedique a ese periodismo, claramente tengo otros gustos profesionales un poco menos dedicados a la vida personal de terceros, pero no creo que le haga tanto mal a este mundillo de las letras.
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martes, 19 de mayo de 2009
Darwicristianismo Porvenir

Mi profesor de historia solía decirme que había dos formas de ver el tiempo del hombre en la tierra. Una visión Darwinista, donde queda claro que venimos de una especio inferior –los primates- y hemos evolucionado a lo que hoy es homo sapien sapien. La otra, la que predican algunas religiones, principalmente la cristiana, donde el hombre, vive en un estado de degradación constante, y que mientras más pasan los años más se aleja de aquella figura perfecta de barro que dios creo a su semejanza.
¡Simple!, de menos a más o de más a menos, de monos a hombre o de perfectirijillos a homeros.
Yo, no me casé con ninguna.
A qué viene esto, bueno es que me encontré en mi pc con un par de capítulos de Gen mishima, esa arriesgada y pretenciosa serie de TVN, para una televisión que aun disfruta de teleseries mejicanas de corte simplista. Y al verla por segunda vez encontré que valió la pena, primero por que proponía una idea divertida y atrayente para solucionar ese dilema que un profe de historia había querido generar en mí.
Porvenir- eje central de la serie de tvn gen Mishima- es un instituto en santiago que a fines de los 80 y principios de los noventa, se dedicó a reclutar a niños del país, sí nuestro país –por primera vez algo importante no pasaba en EE.UU. - para educarlos y generar los líderes del siglo XXI. Este instituto estaba liderado por un japonés de apellido Mishima, hasta ahí todo bien. El problema es que a este oriental le gusta jugar a ser dios, y cual oveja doli le dio por altera e interviene genéticamente a 36 de estos jóvenes, otorgándole habilidades especiales a cada uno, y asignándole un nuevo nombre.
Estos jóvenes adquieren “súper poderes”, transformándose en los x-men chilenos, pero sin fines filántropos. Pero como en Chile todo se hace a media, el instituto cierra y el trabajo queda a medias, y estos ya jóvenes, quedan abandonados. Y transportando en su sangre mejoras genéticas de incalculable valor, por la cual, hoy son perseguidos por una nueva organización internacional, por que al parecer este doctor Javier –Mishima- quiere continuar con su trabajo,- pero no precisamente para morir hidalgamente como el profesor Dalsin,(flasback de la película Street Fighter).
Amapola, una de las chicas porvenir- interpretada por Fernanda Urrejola, da a conocer parte importante de la trama, y el meollo de este asunto, a Nachito Maiakovsky. Quien hace el papel de conductor de la trama, sabe tanto y tan poco como los humildes televidentes. Desde su curiosidad periodística, comenzó a investigar e involucrarse de apoco en este aún enredado cine-comic chilensis.
En un mundo que cambia rápidamente, toda especie debe adaptarse, y la nuestra no lo esta haciendo, por esta razón el proyecto Mishima, y su valor. Algo de cierto tiene, puesto que cada vez nos enfermamos más y aparecen enfermedades nuevas, y en mi opinión no vivimos más por que mejoremos, sino por que tenemos más médicos y nuestra medicina es netamente curativa.
La selección natural se eliminó con la medicina moderna, el cáncer, la diabetes, los infartos, las enfermedades psiquiatritas se heredan, etc. Antes troyanamente eran arrojadas a un pozo por la darwinica selección natural, hoy ese pozo lo taparon los doctores, pero abrieron otro.
Lo que propone Mishima, es una medicina preventiva, a partir de la mutación genética, y de paso mejorar ciertas cualidades. Y eso es lo que trato de hacer en este instituto en el culo del mundo, un país donde a nadie le importaría. El problema es que no salio todo bien y de ese punto parte la historia.
Ahora estos mutantes corren por nuestras calles con códigos y habilidades inimaginables para el común de los mortales.
Por esta razón me parece que la visión de mishima sobre la involución de la especie es interesante, y como todo comic entrega frases notables, como “cada poder entrega una gran responsabilidad”. Aquí, las palabras para el bronce son. “esto es una guerra, por la sangre”
Qué mejor tregua para las propuestas que me dio mi profe de historia, Darwicristianismo de porvenir.
¡Simple!, de menos a más o de más a menos, de monos a hombre o de perfectirijillos a homeros.
Yo, no me casé con ninguna.
A qué viene esto, bueno es que me encontré en mi pc con un par de capítulos de Gen mishima, esa arriesgada y pretenciosa serie de TVN, para una televisión que aun disfruta de teleseries mejicanas de corte simplista. Y al verla por segunda vez encontré que valió la pena, primero por que proponía una idea divertida y atrayente para solucionar ese dilema que un profe de historia había querido generar en mí.
Porvenir- eje central de la serie de tvn gen Mishima- es un instituto en santiago que a fines de los 80 y principios de los noventa, se dedicó a reclutar a niños del país, sí nuestro país –por primera vez algo importante no pasaba en EE.UU. - para educarlos y generar los líderes del siglo XXI. Este instituto estaba liderado por un japonés de apellido Mishima, hasta ahí todo bien. El problema es que a este oriental le gusta jugar a ser dios, y cual oveja doli le dio por altera e interviene genéticamente a 36 de estos jóvenes, otorgándole habilidades especiales a cada uno, y asignándole un nuevo nombre.
Estos jóvenes adquieren “súper poderes”, transformándose en los x-men chilenos, pero sin fines filántropos. Pero como en Chile todo se hace a media, el instituto cierra y el trabajo queda a medias, y estos ya jóvenes, quedan abandonados. Y transportando en su sangre mejoras genéticas de incalculable valor, por la cual, hoy son perseguidos por una nueva organización internacional, por que al parecer este doctor Javier –Mishima- quiere continuar con su trabajo,- pero no precisamente para morir hidalgamente como el profesor Dalsin,(flasback de la película Street Fighter).
Amapola, una de las chicas porvenir- interpretada por Fernanda Urrejola, da a conocer parte importante de la trama, y el meollo de este asunto, a Nachito Maiakovsky. Quien hace el papel de conductor de la trama, sabe tanto y tan poco como los humildes televidentes. Desde su curiosidad periodística, comenzó a investigar e involucrarse de apoco en este aún enredado cine-comic chilensis.
En un mundo que cambia rápidamente, toda especie debe adaptarse, y la nuestra no lo esta haciendo, por esta razón el proyecto Mishima, y su valor. Algo de cierto tiene, puesto que cada vez nos enfermamos más y aparecen enfermedades nuevas, y en mi opinión no vivimos más por que mejoremos, sino por que tenemos más médicos y nuestra medicina es netamente curativa.
La selección natural se eliminó con la medicina moderna, el cáncer, la diabetes, los infartos, las enfermedades psiquiatritas se heredan, etc. Antes troyanamente eran arrojadas a un pozo por la darwinica selección natural, hoy ese pozo lo taparon los doctores, pero abrieron otro.
Lo que propone Mishima, es una medicina preventiva, a partir de la mutación genética, y de paso mejorar ciertas cualidades. Y eso es lo que trato de hacer en este instituto en el culo del mundo, un país donde a nadie le importaría. El problema es que no salio todo bien y de ese punto parte la historia.
Ahora estos mutantes corren por nuestras calles con códigos y habilidades inimaginables para el común de los mortales.
Por esta razón me parece que la visión de mishima sobre la involución de la especie es interesante, y como todo comic entrega frases notables, como “cada poder entrega una gran responsabilidad”. Aquí, las palabras para el bronce son. “esto es una guerra, por la sangre”
Qué mejor tregua para las propuestas que me dio mi profe de historia, Darwicristianismo de porvenir.
para finalizar 2 cosas, si la pueden ver, veanla y espero una segunda temporada
martes, 21 de abril de 2009
Fotos de esperanza

Emociona, conmueve, sensibiliza y alegra. Cuatro conceptos que resumen el efecto que genera “Los niños del Barrio Rojo (Calcutta´s Red Light Kids)”. Documental crudo, sobre la realidad de un grupo de niños, hijos de prostitutas de Calcuta, a los cuales se les trata de sacar de la marginalidad en que viven para entregarles un mejor futuro.
Zana Briski, fotógrafa inglesa, se introduce en el barrio rojo de la ciudad de Calcuta, India, para fotografiar la vida de las prostitutas y sus familias que vivían en los burdeles. En el proceso, conoce a un grupo de niños del lugar y decide entregarles cámaras fotográficas e impartirle cursos para que puedan fotografiar a sus madres.
Ese convivir con los niños, genera un lazo afectivo que lleva a Zana Biski a realizar todos los esfuerzos necesarios para sacar a los niños de la marginalidad e integrarlos a internados donde puedan estudiar tranquilos. Es aquí donde aparece la cámara para compartir esta historia con el mundo.
En una narración ágil de los hechos, se va desarrollando la trama del documental, con una música que entrega la dosis de emoción y misticismo presidio para cada escena.
El manejo de fotografía que existe en las imágenes es excelente, cada encuadre permite introducir al espectador a ese mundo lejano.
Esta mezcla entre, imagen, música y texto, ayuda a conocer a estos niños y enternecerse con ellos, y apoderarse de la causa en que la fotógrafa está inmersa, la tarea de sacarlos de ese lugar para optar a un futuro mejor.
La historia se entrelaza con los trabajos realizados por los niños, algunos de una gran calidad, sorprendiendo con su talento oculto que logra salir a flote gracias a pequeños cambios en sus conductas.
Invita a reflexionar, sobre cuantos Kochi o Avijit (dos de los protagonistas), existen en otros lugares del mundo, sin la oportunidad de que alguien les tienda la mano.
El móvil en que se trasforma la fotografía, nos enseña cómo pequeñas cosas puede lograr grandes cambios. Provistos sólo de una cámara, ni siquiera de la mas alta tecnología, estos niños salen a sus a casas y a las calles para poder captar su mundo, pero con otros ojos, a través del lente de un artista.
Ese acto, los hace protagonistas de sus vidas, se sienten importantes, y que aportan algo a su sociedad. Sus proyectos de vida pegan un giro y el mundo que ven por delante se torna cada vez mas positivo.
Esta ilusión, rápidamente aterriza y se estrella, cuando se muestra la otra parte, la que ven los ojos de Calcuta, la de marginalidad, discriminación y la de muchas de sus familias que no permiten que sus hijos salgan de la vida que tienen.
Sin caer en trucos innecesarios de sentimentalismo y musicalización, la trama conmueve por si sola, creando en el espectador, la misma esperanza e ilusión que sienten los niños con las cámaras en las mano.
El periodista se incumbe con lo que observa y decide ayudar, esa labor observadora pasa más allá y se relaciona y abandera con la causa encontrándose con trabas que parecen imposibles de sortear, las mismas con las que los niños conviven día a día.
Todo eso presenta “Los niños del Barrio Rojo (Calcutta´s Red Light Kids)”, ganador del OSCAR a mejor Documental Largo, entrega la dosis perfecta de realidad para recordar que en el mundo no todos tienen las mismas oportunidades, excelente para sentarse a verla y discutirla con quien acompañe, ¿y por qué no?, hacer algo por arreglar el mundo.
Zana Briski, fotógrafa inglesa, se introduce en el barrio rojo de la ciudad de Calcuta, India, para fotografiar la vida de las prostitutas y sus familias que vivían en los burdeles. En el proceso, conoce a un grupo de niños del lugar y decide entregarles cámaras fotográficas e impartirle cursos para que puedan fotografiar a sus madres.
Ese convivir con los niños, genera un lazo afectivo que lleva a Zana Biski a realizar todos los esfuerzos necesarios para sacar a los niños de la marginalidad e integrarlos a internados donde puedan estudiar tranquilos. Es aquí donde aparece la cámara para compartir esta historia con el mundo.
En una narración ágil de los hechos, se va desarrollando la trama del documental, con una música que entrega la dosis de emoción y misticismo presidio para cada escena.
El manejo de fotografía que existe en las imágenes es excelente, cada encuadre permite introducir al espectador a ese mundo lejano.
Esta mezcla entre, imagen, música y texto, ayuda a conocer a estos niños y enternecerse con ellos, y apoderarse de la causa en que la fotógrafa está inmersa, la tarea de sacarlos de ese lugar para optar a un futuro mejor.
La historia se entrelaza con los trabajos realizados por los niños, algunos de una gran calidad, sorprendiendo con su talento oculto que logra salir a flote gracias a pequeños cambios en sus conductas.
Invita a reflexionar, sobre cuantos Kochi o Avijit (dos de los protagonistas), existen en otros lugares del mundo, sin la oportunidad de que alguien les tienda la mano.
El móvil en que se trasforma la fotografía, nos enseña cómo pequeñas cosas puede lograr grandes cambios. Provistos sólo de una cámara, ni siquiera de la mas alta tecnología, estos niños salen a sus a casas y a las calles para poder captar su mundo, pero con otros ojos, a través del lente de un artista.
Ese acto, los hace protagonistas de sus vidas, se sienten importantes, y que aportan algo a su sociedad. Sus proyectos de vida pegan un giro y el mundo que ven por delante se torna cada vez mas positivo.
Esta ilusión, rápidamente aterriza y se estrella, cuando se muestra la otra parte, la que ven los ojos de Calcuta, la de marginalidad, discriminación y la de muchas de sus familias que no permiten que sus hijos salgan de la vida que tienen.
Sin caer en trucos innecesarios de sentimentalismo y musicalización, la trama conmueve por si sola, creando en el espectador, la misma esperanza e ilusión que sienten los niños con las cámaras en las mano.
El periodista se incumbe con lo que observa y decide ayudar, esa labor observadora pasa más allá y se relaciona y abandera con la causa encontrándose con trabas que parecen imposibles de sortear, las mismas con las que los niños conviven día a día.
Todo eso presenta “Los niños del Barrio Rojo (Calcutta´s Red Light Kids)”, ganador del OSCAR a mejor Documental Largo, entrega la dosis perfecta de realidad para recordar que en el mundo no todos tienen las mismas oportunidades, excelente para sentarse a verla y discutirla con quien acompañe, ¿y por qué no?, hacer algo por arreglar el mundo.
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martes, 14 de abril de 2009

Oír el despertador por las mañanas, dar el agua caliente, tomarse una ducha, beber café, ir a la U, volver a casa, leer un libro, ver noticias y dormir. Rutina, quizás solo eso, pero segura. No hay sobre saltos, miedos, sufrimientos, dolores ni grandes problemas.
Tanta tranquilidad hace creer que siempre es así, y que todos gozan de la misma. Pero no por ignorancia, si no que por un inconciente-conciente sentimiento de olvido. Es necesario olvidar el hambre en África para comer opulentos platos, es necesario olvidar las guerras del mundo para carretear un sábado por la noche. Es necesario olvidar la miseria en nuestro país para no conflictuar el discurso con los actos.
Sin duda el mundo es mucho más de lo que nos rodea, y alguien tiene que acercar eso que esta más allá de lo que nuestros ojos alcanzan a ver. Pero quien trae esas imágenes no puede olvidar tan fácil como el resto cuado cierra las páginas de esa revista o apaga el documental.
Todo estos pensamientos surgen al ver el documental fotógrafo de guerra, personifica do en James Nachtwey, testigo directo de hambruna, muerte y miseria alrededor del mundo. El seguimiento en terreno de la labor realizada por james no hace tocar por un instante aquello k genera el contacto directo con esta realidad olvidada.
Si bien, muchas sensaciones se pierden, es casi posible sentir el olor y las texturas de lo que se está viendo. Impacta y conmueve. Tanto que uno se aferra y se hace parte del pensamiento de Nachtwey cuando dice que su único fin es que estas imágenes no sean olvidadas y que esas escenas no sean repetidas. 20 años de convivir con eso le otorga esa mirada perdida y calma de alguien que hizo propio el sufrimiento de muchos y lo lleva consigo.
Quizás su mayor conflicto es saber que le pagan por eso, por retratar el dolor de otros, pero sabe que su misión es esa, y el pago no es más que un trámite de algo mas importante que es el acercar el dolor al mundo.
Capa decía que había que estar cerca para obtener buenas fotos. Esa es la escénica de Natchwey, su cercanía y compromiso con lo que hace permite transmitir todos los sentimientos en una imagen.
Si el mundo quiere ser ciego y sordo al ignorar esto, Natchwey, no quiere ser mudo. Sus fotografías son un grito, pero no de él, es un grito de auxilio de sus protagonistas. Él mismo señala, que no quiere que las fotografías sean vistas como una obra de arte, sino como un reflejo de la realidad.
Algo más que imágenes y una historia deja este documental, permite palpar una realidad que queremos olvidar para poder vivir tranquilos, sin conflictos internos. Pero que sigue viva y continua pasando.
Que testimonios gráficos como estos, no termine solo en una exposición en alguna galería del mundo, sino que se queden en la conciencia colectiva de la humanidad para esa rutina sin sobre saltos, miedos, sufrimientos, dolores ni grandes problemas. Sea una opción en todo el mundo.
Tanta tranquilidad hace creer que siempre es así, y que todos gozan de la misma. Pero no por ignorancia, si no que por un inconciente-conciente sentimiento de olvido. Es necesario olvidar el hambre en África para comer opulentos platos, es necesario olvidar las guerras del mundo para carretear un sábado por la noche. Es necesario olvidar la miseria en nuestro país para no conflictuar el discurso con los actos.
Sin duda el mundo es mucho más de lo que nos rodea, y alguien tiene que acercar eso que esta más allá de lo que nuestros ojos alcanzan a ver. Pero quien trae esas imágenes no puede olvidar tan fácil como el resto cuado cierra las páginas de esa revista o apaga el documental.
Todo estos pensamientos surgen al ver el documental fotógrafo de guerra, personifica do en James Nachtwey, testigo directo de hambruna, muerte y miseria alrededor del mundo. El seguimiento en terreno de la labor realizada por james no hace tocar por un instante aquello k genera el contacto directo con esta realidad olvidada.
Si bien, muchas sensaciones se pierden, es casi posible sentir el olor y las texturas de lo que se está viendo. Impacta y conmueve. Tanto que uno se aferra y se hace parte del pensamiento de Nachtwey cuando dice que su único fin es que estas imágenes no sean olvidadas y que esas escenas no sean repetidas. 20 años de convivir con eso le otorga esa mirada perdida y calma de alguien que hizo propio el sufrimiento de muchos y lo lleva consigo.
Quizás su mayor conflicto es saber que le pagan por eso, por retratar el dolor de otros, pero sabe que su misión es esa, y el pago no es más que un trámite de algo mas importante que es el acercar el dolor al mundo.
Capa decía que había que estar cerca para obtener buenas fotos. Esa es la escénica de Natchwey, su cercanía y compromiso con lo que hace permite transmitir todos los sentimientos en una imagen.
Si el mundo quiere ser ciego y sordo al ignorar esto, Natchwey, no quiere ser mudo. Sus fotografías son un grito, pero no de él, es un grito de auxilio de sus protagonistas. Él mismo señala, que no quiere que las fotografías sean vistas como una obra de arte, sino como un reflejo de la realidad.
Algo más que imágenes y una historia deja este documental, permite palpar una realidad que queremos olvidar para poder vivir tranquilos, sin conflictos internos. Pero que sigue viva y continua pasando.
Que testimonios gráficos como estos, no termine solo en una exposición en alguna galería del mundo, sino que se queden en la conciencia colectiva de la humanidad para esa rutina sin sobre saltos, miedos, sufrimientos, dolores ni grandes problemas. Sea una opción en todo el mundo.
miércoles, 1 de abril de 2009
Parece que ya no somos tan buenos

Una vez más de un lugar a otro. Y es que el destino se encarga de recordarnos que nunca somos tan buenos como creemos o tan malos como se dice. Que mejor ejemplo que el partido de hoy. Chile v/s Uruguay, si parecía que este partido lo habíamos ganado el domingo cuando le marcamos 3 a Perú, pero los partidos hay que jugarlos, y este sí que costo. Aunque ya hemos aprendido de nuestra polaridad extrema frente a diversas situaciones, aún no podemos cantar victoria, por que por más que de la boca para afuera digamos que no hay que ser extremos, en el fondo de nuestro corazón chileno se palpitan esos sentimientos. Del partido no voy a hablar porque para eso están los diarios, lo que me importa es que se mantenga el status cuo, si bien de local no hemos sido todo lo regular que deberíamos, de visita nos ha ido mejor, y se compensa y estamos bien. Siento que hay que estar conformes con el global, no con los desarrollos de algunos partidos. – A veces sueno como Bielsa (qué miedo)-.
Pero de vuelta al primer tema que plantee creo que debemos disfrutar el momento de la tabla y no cranearce tanto que si jugamos así, o jugamos acá y flalalal, etc. Quiero mirar la tabla y descansar, porque aunque no lo creamos estamos por sobre Argentina – llorando por Bolivia, y es que no se la creen esa boletita- y claramente dentro de la zona de clasificación directa.
Yo creo que hay que juntar plata para Sudáfrica, no porque crea que chile sea más que otros equipos, sino porque la tabla lo dice, qué mejor fuente que esa. Así que aquellos que recién terminan de pagar las deudas por ir a Francia en 1998, a encalillarse para el próximo año
Yo creo que hay que juntar plata para Sudáfrica, no porque crea que chile sea más que otros equipos, sino porque la tabla lo dice, qué mejor fuente que esa. Así que aquellos que recién terminan de pagar las deudas por ir a Francia en 1998, a encalillarse para el próximo año
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selección uruguay chile clasificatoria
miércoles, 25 de marzo de 2009
DIOS TIENE MSN
Si, tal como leen, dios tiene msn. El otro día me lleve la gran sorpresa que el santísimo está inmerso en este mundo tecnológico tanto como alguno de nosotros.El Nick, de alguien, del cual no voy a revelar su identidad, para que no pierda su alto nivel de conexión, decía “diosito que este año sea prospero para todos”, esta información me lleva a pensar que dios tiene msn. El problema es que no lo tengo agregado, así que no puedo mandarle mail o escribirle.Es tal el grado de conectividad que existe que ya no será necesario rezar más, para qué? Si dios tiene msn. La figura de los mail en todo poderoso no era tan lejana. Asi que atención cibereligiosos, preparen sus mejores peticiones, y cuidado con los virus.Pero, sufrirá de los mismos problemas que nosotros. Me imagino que no. El no debe recibir spam, ni zumbidos, tampoco virus o las odiosas cadenas, bueno quizás las religiosas.Tendrá gmail o Hotmail. O en el paraíso usarán otro, Paraisomail.comQué clase de emoticones tendrá, lo más probable es que en su carpeta de compartir archivos mande milagros.Y qué nicks pondrá?, “nos vemos el domingo en misa” “si pecas pagas””don sata, no me hables” … a ése lo debe tener si admisión.Debe estar siempre conectado, jamás estaría no disponible, o ausente. O a veces se cansa del mundo y se pone sin conexión solo para observarnos.Su mensaje auxiliar dirá, dios está escuchando “aleluya” “dios está aquí” “los peces ene l rio”La foto ni idea, debe ser conceptual. O a lo Michael Jackson, bien tapado.Ya, mucho por hoy.Posibles mail, dios@hotmail.com dios@gmail.com dios@paraisomail.com o de seguro no es dios@ algo, por que algún pelotudo ya debe estar ocupando ese nombre en la net.La caga queda si es que no habla español, lo cual es lo más seguro, debe tener su correo en arameo o una lengua más antigua aún. A nose. Buda tendrá msn?
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